Y va cayendo la noche y se acerca mi melancolía , la siento respirar acercándose a mi espalda, viene llena de silencios ocultos, de desdichas no lloradas, llena de dolores antiguos y nuevos, atiborrada de pasiones muertas y funestas.
Va cayendo la noche, para pintarme de su oscuro terciopelo y saborear cuantos fantasmas han besado mi lengua, con tu nombre, con el mío, con la sangre de las heridas que bañaron nuestra historia, desde tus ojos profundos a mis manos vacías.
Noche mía, agria y fría, te acercas a mi almohada para beber, los gritos de mi alma.
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